miércoles, 13 de julio de 2016

LOS DÍAS DE CARBON 



AUTORA : ROSA CERNA GUARDIA

SINOPSIS 


La autora cuenta parte de su vida, quien se hace llamar Maruja.Maruja vivía en el campo, tenía diez años  y tenía un hermanito llamado Pedro. Su casa tenía el tajado rojo y las paredes blancas, no era tan grande pero era acogedora, allí vivía ella con su familia. Una tarde de lluvia encontraron a un perrito negro le dieron de comer y lo acogieron en su casa, ellos le ponen el nombre de carbón por su color de su pelo. Se encariñaron con Carbón pues era gracioso y juguetón.

 Carbón como cualquier perro hacia travesuras por las que recibía su castigo, de las cuales el iba aprendiendo para nunca más volverlo hacer. Con el tiempo Carbón aprendió a obedecer y cumplir con sus deberes, y por eso el papá de Maruja le compro un lindo collar de cuero y también lo inscribió en el partido en el puesto de guardia civil que servía para nunca más perderse.

Un día se robaron a Carbón, Pedro el hermanito de Maruja cae enfermo por la ausencia de Carbón, muchas personas quisieron ayudarlo dándole y comprándole diferentes cosas pero nada hacía que Pedro mejore.Maruja fue a la capilla que estaba cerca de su casa iba a rezar a la Virgen del Pilar, le pedía que Pedrito no se muera pues estaba muy enfermo. Pasó lo que tanto anhelaban Carbón había regresado nadie supo de donde pero no les importo, al ver Pedro a Carbón se puso mucho mejor y se curó completamente.A Maruja le gustaba cuando los demás le decían que se parecía a su madre pues era hermosa y el papá estaba feliz porque Pedro se parecía él.

La familia fue al pueblo para ver la corrida de toros que se había organizado. En eso el toro se escapa del toril, el toro iba embestir a dos niños que habían bajado de los altillos para comprarse helado, al ver esto Carbón corrió a proteger a los niños pero el toro le metió las astas y lo revolcó en la tierra, en eso los laceadores tuvieron tiempo para atraparlo y el papá de Maruja se llevo a Carbón en sus brazos y muere el perrito, todos estaban llorando. Muchos le decían que Carbón era un héroe por dar la vida por proteger a los niños.Los alumnos y la profesora hicieron dibujos de Carbón,retratos y las travesuras que hacia él, en memoria de que era un perrito cariñoso y fiel.

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1 comentario:

  1. que bonita y triste historia mi profesora solo me enseño esta:Carbón es negro como la noche. Me lo trajó mi padre una tarde de lluvia bajo el
    poncho y me lo echó a los pies como si me tirara un copo de lana negra, tibia y
    esponjosa, mientras mi madre calentaba la comida y el agua resbalaba en los
    tejados.
    Apenas cabía en la palma de mis manos. No se movió. Estaba aterrado,
    solo su hociquito húmedo, ansioso de comida, cambió de sitio.
    Afuera, tronaban los rayos y parecían meterse dentro de la casa. Lo escondí
    entre los pliegues de mi falda después de que tomó su sopa y ambos nos
    quedamos dormidos junto al fuego.
    Me parece que en sueños le puse el nombre de Carbón. ¿Qué otro nombre
    podía quedarle más a tono con su tamaño, su forma y la noche oscura en que
    llegó?
    Carbón es un cahorro como pocos. Más que su pura sangre está en él el
    suelo con que vino.
    Llévate el mejor para tus hijos -le había dicho a mi padre un amigo de la
    infancia-.
    Mi padre eligió a Carbón.
    La presencia de carbón entre nosotros acerca la visión de aquel amigo,
    aunque Pedro y yo no los conocemos; él -Carbón- ha de mantenernos unidos
    para siempre.
    ¡Esto es tan grato!
    -La infancia es el mejor momento para encontrar amigos.
    Yo tengo mis dudas. No sé si Teresa, Lucha, Juanita o Carmen y los chicos
    que juegan con perros han de durarnos toda la vida, si a cada instante
    peleamos por tantita cosa.
    -Así es la infancia. Y esa es la clase de amistad que nos dura toda la vida,
    dice mamá, abrazándome.
    Carbón, entre nosotros, ahora que ha pasado todo, dime, ¿no nos oías
    cuando tanto te llamábamos día y noche, noche y día?
    ¿No?
    ¿No llegaban nuestras voces hasta donde tú estabas?
    ¡Es raro!
    Porque aquí el eco nos devuelve la palabra pronunciada enorme.
    Enorme, y sigue creciendo detrás de las montañas.
    Nunca nos perdemos, el eco nos encuentra.
    ¿No has oído que cuando el becerrito berrea buscando a su mamá, los
    cerros los ayudan a encontrarla?
    Escucha:
    -¡Carbón!

    LOS DÍAS DE CARBON

    -¡Carbooooooooooón!
    Ves, sigue vibrando tu nombre en todas partes, sonoro e inacabable. El eco
    en alguna forma se parece al espejo que nos devuelve la imagen, este nos
    devuelve el sonido, es más, el aire travieso que lo lleva y que lo trae se
    encarga de hacerlo crecer.
    Sé que en algunas partes no existe el eco. ¡Qué pena debe dar!
    La tierra dura y seca debe sentirse tan sola y vacía por no conocer la alegría
    espontánea del grito, por no poder acoger bajo su pecho la grandeza del
    sonido.
    En cambio, aquí, el eco silba con los chicos de la escuela, canta con
    nosotros y es un estallido de carcajadas si reímos.
    Dice papá que a veces el aire le trae a casa nuestras voces cuando jugamos
    o cantamos en la escuela. Se detiene a escucharnos como si escuchara su
    propio corazón cantando y gritando a la vida entre un mundo de recuerdos,
    entonces, piensa en nosotros, en todos los niños, y su trabajo es más ágil, más
    hermosos, más fructífero.

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