LOS DÍAS DE CARBON
AUTORA : ROSA CERNA GUARDIA
SINOPSIS
La autora cuenta
parte de su vida, quien se hace llamar Maruja.Maruja vivía en el
campo, tenía diez años y tenía un hermanito llamado Pedro. Su casa
tenía el tajado rojo y las paredes blancas, no era tan grande pero era
acogedora, allí vivía ella con su familia. Una tarde de lluvia encontraron
a un perrito negro le dieron de comer y lo acogieron en su casa,
ellos le ponen el nombre de carbón por su color de su pelo. Se
encariñaron con Carbón pues era gracioso y juguetón.
Carbón como cualquier perro hacia travesuras
por las que recibía su castigo, de las cuales el iba aprendiendo
para nunca más volverlo hacer. Con el tiempo Carbón aprendió
a obedecer y cumplir con sus deberes, y por eso el papá de Maruja le
compro un lindo collar de cuero y también lo inscribió en el partido en el
puesto de guardia civil que servía para nunca más perderse.
Un día se
robaron a Carbón, Pedro el hermanito de Maruja cae
enfermo por la ausencia de Carbón, muchas personas quisieron ayudarlo
dándole y comprándole diferentes cosas pero nada hacía que Pedro
mejore.Maruja fue a la capilla que estaba cerca de su casa iba a rezar a
la Virgen del Pilar, le pedía que Pedrito no se muera pues estaba muy
enfermo. Pasó lo que tanto anhelaban Carbón había regresado nadie supo de
donde pero no les importo, al ver Pedro a Carbón se puso mucho mejor y
se curó completamente.A Maruja le gustaba cuando los demás le decían que
se parecía a su madre pues era hermosa y el papá estaba feliz porque
Pedro se parecía él.
La familia fue al pueblo para ver la
corrida de toros que se había organizado. En eso el toro se escapa del
toril, el toro iba embestir a dos niños que habían bajado de los
altillos para comprarse helado, al ver esto Carbón corrió a
proteger a los niños pero el toro le metió las astas y lo revolcó en
la tierra, en eso los laceadores tuvieron tiempo para atraparlo y el
papá de Maruja se llevo a Carbón en sus brazos y muere el perrito, todos
estaban llorando. Muchos le decían que Carbón era un héroe por dar la vida
por proteger a los niños.Los alumnos y la profesora hicieron dibujos de
Carbón,retratos y las travesuras que hacia él, en memoria de que era un
perrito cariñoso y fiel.
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que bonita y triste historia mi profesora solo me enseño esta:Carbón es negro como la noche. Me lo trajó mi padre una tarde de lluvia bajo el
ResponderBorrarponcho y me lo echó a los pies como si me tirara un copo de lana negra, tibia y
esponjosa, mientras mi madre calentaba la comida y el agua resbalaba en los
tejados.
Apenas cabía en la palma de mis manos. No se movió. Estaba aterrado,
solo su hociquito húmedo, ansioso de comida, cambió de sitio.
Afuera, tronaban los rayos y parecían meterse dentro de la casa. Lo escondí
entre los pliegues de mi falda después de que tomó su sopa y ambos nos
quedamos dormidos junto al fuego.
Me parece que en sueños le puse el nombre de Carbón. ¿Qué otro nombre
podía quedarle más a tono con su tamaño, su forma y la noche oscura en que
llegó?
Carbón es un cahorro como pocos. Más que su pura sangre está en él el
suelo con que vino.
Llévate el mejor para tus hijos -le había dicho a mi padre un amigo de la
infancia-.
Mi padre eligió a Carbón.
La presencia de carbón entre nosotros acerca la visión de aquel amigo,
aunque Pedro y yo no los conocemos; él -Carbón- ha de mantenernos unidos
para siempre.
¡Esto es tan grato!
-La infancia es el mejor momento para encontrar amigos.
Yo tengo mis dudas. No sé si Teresa, Lucha, Juanita o Carmen y los chicos
que juegan con perros han de durarnos toda la vida, si a cada instante
peleamos por tantita cosa.
-Así es la infancia. Y esa es la clase de amistad que nos dura toda la vida,
dice mamá, abrazándome.
Carbón, entre nosotros, ahora que ha pasado todo, dime, ¿no nos oías
cuando tanto te llamábamos día y noche, noche y día?
¿No?
¿No llegaban nuestras voces hasta donde tú estabas?
¡Es raro!
Porque aquí el eco nos devuelve la palabra pronunciada enorme.
Enorme, y sigue creciendo detrás de las montañas.
Nunca nos perdemos, el eco nos encuentra.
¿No has oído que cuando el becerrito berrea buscando a su mamá, los
cerros los ayudan a encontrarla?
Escucha:
-¡Carbón!
LOS DÍAS DE CARBON
-¡Carbooooooooooón!
Ves, sigue vibrando tu nombre en todas partes, sonoro e inacabable. El eco
en alguna forma se parece al espejo que nos devuelve la imagen, este nos
devuelve el sonido, es más, el aire travieso que lo lleva y que lo trae se
encarga de hacerlo crecer.
Sé que en algunas partes no existe el eco. ¡Qué pena debe dar!
La tierra dura y seca debe sentirse tan sola y vacía por no conocer la alegría
espontánea del grito, por no poder acoger bajo su pecho la grandeza del
sonido.
En cambio, aquí, el eco silba con los chicos de la escuela, canta con
nosotros y es un estallido de carcajadas si reímos.
Dice papá que a veces el aire le trae a casa nuestras voces cuando jugamos
o cantamos en la escuela. Se detiene a escucharnos como si escuchara su
propio corazón cantando y gritando a la vida entre un mundo de recuerdos,
entonces, piensa en nosotros, en todos los niños, y su trabajo es más ágil, más
hermosos, más fructífero.